La semana entrante, el Papa presidirá la misa de la Nochevieja y al día siguiente oficiará la misa
CIUDAD DEL VATICANO- - El papa Benedicto XVI celebra el sábado a la medianoche la Misa de Gallo, al inicio de una serie de presentaciones religiosas de temporada que pondrán a prueba su fortaleza física.
Horas antes de esta misa de Nochebuena, el Pontífice encendió una vela por la paz en la ventana de su despacho que da hacia la Plaza de San Pedro en un acto que se ha vuelto tradicional.
Centenares de personas se congregaron en la plaza para observar el encendido de la vela y asistir a la presentación de la escena de la Natividad en el Vaticano, con figuras cuyo tamaño sobrepasa al natural.
La Misa de Gallo fue adelantada hace varios años de la medianoche a las 10 de la noche a fin de evitarle una desvelada al pontífice, porque tiene que pronunciar su importante discurso de Navidad.
En una nueva medida para este año, Benedicto XVI, de 84 años, tiene previsto cruzar el pasillo central de la basílica arriba de una plataforma móvil para ahorrarle la larga caminata.
El domingo, Benedicto XVI pronunciará su discurso tradicional "Urbi et Orbi", que en latín significa "a la ciudad y el mundo", desde el balcón central de San Pedro que da a la plaza.
Casi siempre, el Papa dedica este mensaje a las penurias y guerras que asuelan al mundo. Benedicto XVI también tiene previsto pronunciar saludos de Navidad en unos 25 idiomas.
La semana entrante, el Papa presidirá la misa de la Nochevieja y al día siguiente oficiará la misa del Año Nuevo.
Unos días después, Benedicto XVI celebrará la misa de la Epifanía, el 6 de enero, a la que seguirá el bautismo de bebés dos días después como es tradicional en la Capilla Sixtina, que está decorada con frescos, en el Vaticano.
Es previsible que la seguridad será estricta el sábado en la noche tal como ha sido en los últimos años.
En 2008 y 2009, la seguridad papal fue mellada antes de la Misa de Gallo. Una mujer con historial de problemas psiquiátricos saltó la barrera de seguridad de madera colocada a lo largo del pasillo central de la basílica.
En 2008, la escolta papal impidió a la mujer que llegara hasta el Pontífice. Pero en 2009, ésta logró asir las vestimentas de Benedicto XVI y lo tiró al suelo.
El Papa resultó ileso y continuó con el servicio, pero un cardenal francés que estaba a un lado cayó y se rompió la cadera.
Horas antes de esta misa de Nochebuena, el Pontífice encendió una vela por la paz en la ventana de su despacho que da hacia la Plaza de San Pedro en un acto que se ha vuelto tradicional.
Centenares de personas se congregaron en la plaza para observar el encendido de la vela y asistir a la presentación de la escena de la Natividad en el Vaticano, con figuras cuyo tamaño sobrepasa al natural.
La Misa de Gallo fue adelantada hace varios años de la medianoche a las 10 de la noche a fin de evitarle una desvelada al pontífice, porque tiene que pronunciar su importante discurso de Navidad.
En una nueva medida para este año, Benedicto XVI, de 84 años, tiene previsto cruzar el pasillo central de la basílica arriba de una plataforma móvil para ahorrarle la larga caminata.
El domingo, Benedicto XVI pronunciará su discurso tradicional "Urbi et Orbi", que en latín significa "a la ciudad y el mundo", desde el balcón central de San Pedro que da a la plaza.
Casi siempre, el Papa dedica este mensaje a las penurias y guerras que asuelan al mundo. Benedicto XVI también tiene previsto pronunciar saludos de Navidad en unos 25 idiomas.
La semana entrante, el Papa presidirá la misa de la Nochevieja y al día siguiente oficiará la misa del Año Nuevo.
Unos días después, Benedicto XVI celebrará la misa de la Epifanía, el 6 de enero, a la que seguirá el bautismo de bebés dos días después como es tradicional en la Capilla Sixtina, que está decorada con frescos, en el Vaticano.
Es previsible que la seguridad será estricta el sábado en la noche tal como ha sido en los últimos años.
En 2008 y 2009, la seguridad papal fue mellada antes de la Misa de Gallo. Una mujer con historial de problemas psiquiátricos saltó la barrera de seguridad de madera colocada a lo largo del pasillo central de la basílica.
En 2008, la escolta papal impidió a la mujer que llegara hasta el Pontífice. Pero en 2009, ésta logró asir las vestimentas de Benedicto XVI y lo tiró al suelo.
El Papa resultó ileso y continuó con el servicio, pero un cardenal francés que estaba a un lado cayó y se rompió la cadera.
Fuente: Diario Libre
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