- La Iglesia católica busca reforzar su papel de interlocutor del régimen comunista
El Vaticano adelanta que Benedicto XVI estará disponible para un encuentro con Fidel Castro; el presidente venezolano, Hugo Chávez, podría unirse
El Papa llegó la tarde de ayer desde México al aeropuerto de Santiago de Cuba, en el Sureste de la isla, donde fue recibido por el presidente Raúl Castro y la jerarquía católica cubana.
Al dar la bienvenida a Benedicto XVI, el mandatario isleño dijo que “Cuba seguirá invariablemente cambiando todo lo que debe ser variado, con la libre determinación del pueblo en las decisiones trascendentales”.
Castro también acusó a Washington de haber intentado “despojarnos infructuosamente del derecho a la libertad, la paz y la justicia”.
Pero aseguró que el pueblo de la isla sigue “con principios éticos” haciendo “tenaz resistencia, y sabiendo que ejercemos también un derecho legítimo cuando seguimos nuestro propio camino”.
El Papa alemán ofició su primera misa en la isla en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, donde unas 200 mil personas —entre ellas católicos, santeros, ateos y comunistas— desafiaron el calor de la tarde y una lluvia en la noche para escuchar su llamado a construir “una sociedad abierta y renovada”.
“Deseo hacer un llamado para que den nuevo vigor a su fe, para que vivan de Cristo y para Cristo, y con las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luchen para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre”, dijo el Papa en la misa, a la que también asistió Raúl Castro, vestido de guayabera.
Benedicto XVI también pidió en su homilía defender al matrimonio y la familia como “célula fundamental de la sociedad” y llamó a “acoger la vida humana”, en especial “la más indefensa y necesitada”, en una aparente crítica al aborto, que es legal en Cuba desde los primeros tiempos del régimen comunista.
El Papa dijo a su llegada que le pedirá a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, cuya imágen fue hallada hace 400 años, “su intercesión para que guíe los destinos de esta amada nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación”.
Benedicto XVI ha dicho que viene “en una absoluta continuidad” con el histórico viaje de Juan Pablo II a la isla en enero de 1998, que marcó el deshielo en las relaciones entre la Iglesia y el régimen.
A semejanza de su antecesor Juan Pablo II, el Papa no tiene previsto encuentros con opositores cubanos. Sin embargo, “conoce bien la realidad de Cuba” y el hecho de “que las reciba o no (a las figuras de la disidencia), no significa que él esté ajeno” a la situación, dijo el sábado el arzobispo de Santiago, Dionisio García.
El Vaticano adelantó que el Papa estará “disponible” para un eventual encuentro con el padre de la revolución cubana Fidel Castro, retirado del poder desde 2006, y quien fue maestro de ceremonia en la visita de Juan Pablo II en 1998.
Los medios igualmente están al acecho de un posible encuentro con el muy creyente presidente venezolano Hugo Chávez, que es tratado de un cáncer en Cuba y quien llegó el domingo a La Habana para someterse a radioterapia.
Después de la misa de ayer, el Papa fue al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a 30 km de Santiago de Cuba, donde pasó la noche.
Hoy por la mañana visitará el santuario y luego volará hacia La Habana, donde por la tarde será recibido oficialmente por Raúl Castro y cenará después con los obispos cubanos.
Mañana, Benedicto XVI celebrará una misa en la Plaza de la Revolución de La Habana, antes de pronunciar su último discurso en el aeropuerto .
NUMERALIA
Muestra poder de convocatoria
3.4 millones de personas salieron a las calles para ver al Sumo Pontífice, durante su estancia en México.
770 mil turistas visitaron el Estado de Guanajuato con motivo de la visita del Papa.
640 mil fieles asisteieron a la misa que Benedicto XVI ofreció en el Parque Bicentenario de Silao.
300 mil personas acudieron a la misa que el cardenal de Roma ofició en la Plaza de la Revolución en Cuba.
FRASE
''Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos''
Benedicto XVI,
líder de la Iglesia Católica.
DISCURSO DE DESPEDIDA
Llama a los mexicanos a no dejarse amedrentar por el mal
CIUDAD DE MÉXICO.- El Papa pidió valentía ante la violencia.
En su despedida de México, el Jefe del Estado Vaticano llamó a los mexicanos a no dejarse amedrentar por las fuerzas del mal y a ser buenos ciudadanos.
“Aliento ardientemente a los católicos mexicanos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder a la mentalidad utilitaria que termina siempre sacrificando a los más débiles e indefensos”, dijo antes de subir al avión que lo llevó a Cuba.
Previo a que partiera el Pontífice, el Presidente Felipe Calderón le pidió llevarse la alegría de jóvenes y niños, pero también las lágrimas de quienes ha consolado y de quienes sufren hambre, pobreza o violencia. “Siempre abogue por México”, remató.
De acuerdo al gobernador del Estado, Juan Manuel Oliva, la cifra acumulada de gente que participó en la visita del Papa Benedicto XVI alcanzó 3.4 millones de personas y destacó que el saldo fue blanco, por lo que fue todo un éxito.
El Papa se despidió con un “adiós queridos mexicanos” y agregó que se va con experiencias inolvidables.
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